No hay en la Palabra de Verdad división más evidente que la establecida entre la Ley y la Gracia. En efecto, esos principios de tanto contraste caracterizan las dos dispensaciones más importantes: la judía y la cristiana. “Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo” (Juan 1:1717For the law was given by Moses, but grace and truth came by Jesus Christ. (John 1:17)).
Eso no implica, por supuesto, que no existía ley alguna antes de Moisés ni que antes de Jesucristo no había ni gracia ni verdad. Vemos la ley cuando Dios prohibió a Adán que no comiese del fruto del árbol de ciencia del bien y del mal. Y ciertamente la gracia fue dulcemente manifestada cuando el Señor Dios buscó a Sus criaturas desobedientes, y las vistió con túnicas de pieles (Génesis 3:2121Unto Adam also and to his wife did the Lord God make coats of skins, and clothed them. (Genesis 3:21)) —hermoso tipo de Cristo “hecho”, por nosotros, “justificación” (1 Corintios 1:3030But of him are ye in Christ Jesus, who of God is made unto us wisdom, and righteousness, and sanctification, and redemption: (1 Corinthians 1:30))—. La ley, en el sentido de alguna revelación de la voluntad de Dios, y la gracia, en el sentido de alguna revelación de Su bondad, han existido siempre, y con frecuencia lo testifica la Escritura. Pero “la ley”, doquiera la mencionan las Escrituras, fue dada por Moisés y, desde Sinaí al Calvario, domina, caracteriza, el tiempo, de igual modo que la gracia domina, o da un carácter peculiar, a la dispensación que empieza en el Calvario, y tiene su término profetizado en el arrebatamiento de la iglesia.
Es, sin embargo, de importancia vital observar que la Escritura nunca mezcla esos dos principios, en dispensación alguna. La ley tiene siempre un lugar y un trabajo distintos y totalmente diferentes de los de la gracia. La ley es Dios que prohíbe y exige; la gracia es Dios que amonesta y concede. La ley es un ministerio de condenación; la gracia, de perdón. La ley maldice; la gracia redime de aquella maldición. La ley mata; la gracia vivifica. La ley cierra toda boca ante Dios; la gracia abre toda boca para alabarle. La ley establece una distancia grande y culpable entre Dios y el hombre; la gracia acerca el hombre culpable a Dios. La ley dice, “Ojo por ojo, y diente por diente”; la gracia dice, “No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra”. La ley dice, “Odia a tu enemigo”; la gracia, “Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen”. La ley dice, “Haz y vive”; la gracia, “Cree y vive”. La ley nunca tuvo un misionero; la gracia debe ser predicada a toda criatura. La ley condena por completo al hombre mejor; la gracia justifica gratuitamente al peor (Lucas 23:4343And Jesus said unto him, Verily I say unto thee, To day shalt thou be with me in paradise. (Luke 23:43); Romanos 5:55And hope maketh not ashamed; because the love of God is shed abroad in our hearts by the Holy Ghost which is given unto us. (Romans 5:5); 1 Timoteo 1:1515This is a faithful saying, and worthy of all acceptation, that Christ Jesus came into the world to save sinners; of whom I am chief. (1 Timothy 1:15); 1 Corintios 6:9-119Know ye not that the unrighteous shall not inherit the kingdom of God? Be not deceived: neither fornicators, nor idolaters, nor adulterers, nor effeminate, nor abusers of themselves with mankind, 10Nor thieves, nor covetous, nor drunkards, nor revilers, nor extortioners, shall inherit the kingdom of God. 11And such were some of you: but ye are washed, but ye are sanctified, but ye are justified in the name of the Lord Jesus, and by the Spirit of our God. (1 Corinthians 6:9‑11)). La ley es un sistema de prueba; la gracia, de favor. La ley apedrea a una adúltera; la gracia dice, “Ni Yo te condeno”. Bajo la ley, la oveja muere por el pastor; bajo la gracia, el Buen Pastor muere por la oveja.
Por todas partes las Escrituras presentan la ley y la gracia en esferas de sumo contraste.
La unión de ambas en mucha de la enseñanza corriente de hoy día las echa a perder, pues priva a la ley de su terror, y a la gracia de su libertad.
El estudiante debería notar que la “ley” en el Nuevo Testamento significa siempre la ley dada por Moisés (Romanos 7:2323But I see another law in my members, warring against the law of my mind, and bringing me into captivity to the law of sin which is in my members. (Romans 7:23) es la sola excepción) pero a veces implica toda la ley moral y ceremonial; a veces sólo los mandamientos; a veces sólo la ley ceremonial. De la primera clase de pasajes tenemos ejemplos en Romanos 6:1414For sin shall not have dominion over you: for ye are not under the law, but under grace. (Romans 6:14); Gálatas 2:16; 3:216Knowing that a man is not justified by the works of the law, but by the faith of Jesus Christ, even we have believed in Jesus Christ, that we might be justified by the faith of Christ, and not by the works of the law: for by the works of the law shall no flesh be justified. (Galatians 2:16)
2This only would I learn of you, Received ye the Spirit by the works of the law, or by the hearing of faith? (Galatians 3:2). De la segunda, Romanos 3:19; 7:7-1219Now we know that what things soever the law saith, it saith to them who are under the law: that every mouth may be stopped, and all the world may become guilty before God. (Romans 3:19)
7What shall we say then? Is the law sin? God forbid. Nay, I had not known sin, but by the law: for I had not known lust, except the law had said, Thou shalt not covet. 8But sin, taking occasion by the commandment, wrought in me all manner of concupiscence. For without the law sin was dead. 9For I was alive without the law once: but when the commandment came, sin revived, and I died. 10And the commandment, which was ordained to life, I found to be unto death. 11For sin, taking occasion by the commandment, deceived me, and by it slew me. 12Wherefore the law is holy, and the commandment holy, and just, and good. (Romans 7:7‑12). De la tercera, Colosenses 2:14-1714Blotting out the handwriting of ordinances that was against us, which was contrary to us, and took it out of the way, nailing it to his cross; 15And having spoiled principalities and powers, he made a show of them openly, triumphing over them in it. 16Let no man therefore judge you in meat, or in drink, or in respect of an holyday, or of the new moon, or of the sabbath days: 17Which are a shadow of things to come; but the body is of Christ. (Colossians 2:14‑17).
Conviene también recordar aún la ley ceremonial encierra tipos maravillosos: las hermosas representaciones de la Persona y obra del Señor Jesús como Sacerdote y Sacrificio, que deben ser siempre la maravilla y delicia de los hijos de Dios. Hay expresiones en los Salmos que serían inexplicables si fuesen comprendidas, sólo como “el ministerio de muerte grabado con letras en piedras” (2 Corintios 3:77But if the ministration of death, written and engraven in stones, was glorious, so that the children of Israel could not stedfastly behold the face of Moses for the glory of his countenance; which glory was to be done away: (2 Corinthians 3:7)); nos son reveladas cuando vemos que se refieren también a los tipos, que son hermosos cuadros de gracia: “Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en Su ley medita de día y de noche” (Salmo 1:22But his delight is in the law of the Lord; and in his law doth he meditate day and night. (Psalm 1:2)).
Tres errores han turbado a la iglesia con respecto a las verdaderas relaciones de ley y gracia:
Antinomianismo
1. La negación de toda regla sobre las vidas de los creyentes; la afirmación de que el hombre no está obligado a vivir una vida santa por cuanto le salvó la gracia de Dios sin exigir mérito alguno.
“Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo” (Judas 44For there are certain men crept in unawares, who were before of old ordained to this condemnation, ungodly men, turning the grace of our God into lasciviousness, and denying the only Lord God, and our Lord Jesus Christ. (Jude 4)).
Ceremonialismo
2. El hecho de exigir que los creyentes observasen las ordenanzas levíticas.
La forma moderna de ese error es la enseñanza de que las ordenanzas cristianas son esenciales para la salvación.
Galacianismo
3. La mezcla de la ley y la gracia, enseñando que la justificación es en parte por medio de la gracia, en parte por medio de la ley; o que la gracia es dada para permitir al pecador desvalido que guarde la ley.
Contra tal error, el más extendido de todos, hallamos la respuesta terminante de Dios en las solemnes amonestaciones, en la lógica indiscutible, en las declaraciones enfáticas de la epístola a los gálatas.
“Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, (no podía haber otro evangelio) sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema” (Gálatas 1:6-86I marvel that ye are so soon removed from him that called you into the grace of Christ unto another gospel: 7Which is not another; but there be some that trouble you, and would pervert the gospel of Christ. 8But though we, or an angel from heaven, preach any other gospel unto you than that which we have preached unto you, let him be accursed. (Galatians 1:6‑8)).
Los textos siguientes serán acaso un buen auxiliar en este asunto importante. Los pasajes citados se refieren tan sólo a la ley moral.
1. Lo que es la ley
2. El uso legal de la ley
(La ley sólo habla para condenar).
Es, pues, evidente que el propósito de Dios al dar la ley, después de haber existido la raza veinticinco siglos sin ella (Juan 1:1717For the law was given by Moses, but grace and truth came by Jesus Christ. (John 1:17); Gálatas 3:1717And this I say, that the covenant, that was confirmed before of God in Christ, the law, which was four hundred and thirty years after, cannot disannul, that it should make the promise of none effect. (Galatians 3:17)), era llevar al conocimiento del culpable su pecado en primer lugar, y luego su incapacidad de cumplir con cuanto requería Dios. Es pura y exclusivamente una ministración de condenación y muerte.
3. Lo que no puede hacer la ley
4. El creyente no está bajo la ley
El capítulo sexto de la epístola a los Romanos, después de declarar la doctrina de la identificación del creyente con Cristo en Su muerte, de la cual es símbolo el bautismo (versículos 1-10), empieza, con el versículo 11, las declaraciones de los principios que deberían gobernar la senda del creyente, la regla de su vida. Tal es el asunto de los últimos doce versículos; el 14 da el gran principio de su separación, no de la culpa del pecado (pues esto es obra de la sangre de Cristo) sino del dominio del pecado, de sus cadenas.
Y para que nadie abrigue la horrible creencia de que no sea, por consiguiente, importante vivir una vida santa, el Espíritu añade inmediatamente: “¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera” (Romanos 6:1515What then? shall we sin, because we are not under the law, but under grace? God forbid. (Romans 6:15)).
De fijo, todo corazón renovado responde, Amén y Amén.
El capítulo séptimo introduce otro principio de emancipación de la ley.
“Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios. Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte. Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra” (Romanos 7:4-64Wherefore, my brethren, ye also are become dead to the law by the body of Christ; that ye should be married to another, even to him who is raised from the dead, that we should bring forth fruit unto God. 5For when we were in the flesh, the motions of sins, which were by the law, did work in our members to bring forth fruit unto death. 6But now we are delivered from the law, that being dead wherein we were held; that we should serve in newness of spirit, and not in the oldness of the letter. (Romans 7:4‑6)).
(El versículo 7 nos indica que eso no se refiere a la ley levítica).
“Sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente; conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo” (1 Timoteo 1:8-98But we know that the law is good, if a man use it lawfully; 9Knowing this, that the law is not made for a righteous man, but for the lawless and disobedient, for the ungodly and for sinners, for unholy and profane, for murderers of fathers and murderers of mothers, for manslayers, (1 Timothy 1:8‑9)).
5. ¿Qué es la regla de vida del creyente?
“Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma” (1 Pedro 2:1111Dearly beloved, I beseech you as strangers and pilgrims, abstain from fleshly lusts, which war against the soul; (1 Peter 2:11). Véase también 1 Pedro 2:12-2312Having your conversation honest among the Gentiles: that, whereas they speak against you as evildoers, they may by your good works, which they shall behold, glorify God in the day of visitation. 13Submit yourselves to every ordinance of man for the Lord's sake: whether it be to the king, as supreme; 14Or unto governors, as unto them that are sent by him for the punishment of evildoers, and for the praise of them that do well. 15For so is the will of God, that with well doing ye may put to silence the ignorance of foolish men: 16As free, and not using your liberty for a cloke of maliciousness, but as the servants of God. 17Honor all men. Love the brotherhood. Fear God. Honor the king. 18Servants, be subject to your masters with all fear; not only to the good and gentle, but also to the froward. 19For this is thankworthy, if a man for conscience toward God endure grief, suffering wrongfully. 20For what glory is it, if, when ye be buffeted for your faults, ye shall take it patiently? but if, when ye do well, and suffer for it, ye take it patiently, this is acceptable with God. 21For even hereunto were ye called: because Christ also suffered for us, leaving us an example, that ye should follow his steps: 22Who did no sin, neither was guile found in his mouth: 23Who, when he was reviled, reviled not again; when he suffered, he threatened not; but committed himself to him that judgeth righteously: (1 Peter 2:12‑23)).
“Y cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de Él, porque guardamos Sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de Él. Y este es Su mandamiento: Que creamos en el nombre de Su Hijo Jesucristo, y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado” (1 Juan 3:22-2322After these things came Jesus and his disciples into the land of Judea; and there he tarried with them, and baptized. 23And John also was baptizing in Aenon near to Salim, because there was much water there: and they came, and were baptized. (John 3:22‑23)).
Es instructivo recordar, con relación a esto, que el lugar indicado por Dios para las tablas de la ley era dentro del arca del testimonio. Allí las tablas estaban ocultas por el áureo asiento de misericordia rociado con la sangre de expiación. El ojo de Dios podía ver Su ley quebrantada a través de la sangre que vindicaba completamente Su justicia, y propiciaba Su ira. A edades posteriores era reservado tomar esas tablas santas y justas para colocarlas en iglesias cristianas como regla de la vida cristiana.
6. ¿Qué es la gracia?
“Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y Su amor para con los hombres” (Tito 3:44But after that the kindness and love of God our Saviour toward man appeared, (Titus 3:4)).
7. ¿Qué es el propósito de Dios en la gracia?
“Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo” (Tito 2:11-1311For the grace of God that bringeth salvation hath appeared to all men, 12Teaching us that, denying ungodliness and worldly lusts, we should live soberly, righteously, and godly, in this present world; 13Looking for that blessed hope, and the glorious appearing of the great God and our Saviour Jesus Christ; (Titus 2:11‑13)).
¡Qué plenitud! ¡Qué abundancia!
La gracia salva, justifica, edifica, hace acepto, redime, perdona, da herencia, posición, un trono al cual podemos acudir osadamente en busca de misericordia y socorro, nos enseña cómo vivir, y nos da una esperanza bienaventurada.
Resta observar que esos diversos principios no pueden ser entremezclados.
“Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda; mas al que no obra, sino cree en Aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia” (Romanos 4:4-54Now to him that worketh is the reward not reckoned of grace, but of debt. 5But to him that worketh not, but believeth on him that justifieth the ungodly, his faith is counted for righteousness. (Romans 4:4‑5). Véanse también Gálatas 3:16-18; 4:21-3116Now to Abraham and his seed were the promises made. He saith not, And to seeds, as of many; but as of one, And to thy seed, which is Christ. 17And this I say, that the covenant, that was confirmed before of God in Christ, the law, which was four hundred and thirty years after, cannot disannul, that it should make the promise of none effect. 18For if the inheritance be of the law, it is no more of promise: but God gave it to Abraham by promise. (Galatians 3:16‑18)
21Tell me, ye that desire to be under the law, do ye not hear the law? 22For it is written, that Abraham had two sons, the one by a bondmaid, the other by a freewoman. 23But he who was of the bondwoman was born after the flesh; but he of the freewoman was by promise. 24Which things are an allegory: for these are the two covenants; the one from the mount Sinai, which gendereth to bondage, which is Agar. 25For this Agar is mount Sinai in Arabia, and answereth to Jerusalem which now is, and is in bondage with her children. 26But Jerusalem which is above is free, which is the mother of us all. 27For it is written, Rejoice, thou barren that bearest not; break forth and cry, thou that travailest not: for the desolate hath many more children than she which hath an husband. 28Now we, brethren, as Isaac was, are the children of promise. 29But as then he that was born after the flesh persecuted him that was born after the Spirit, even so it is now. 30Nevertheless what saith the scripture? Cast out the bondwoman and her son: for the son of the bondwoman shall not be heir with the son of the freewoman. 31So then, brethren, we are not children of the bondwoman, but of the free. (Galatians 4:21‑31)).
“Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad, al sonido de la trompeta, y a la voz que hablaba, la cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más, porque no podían soportar lo que se ordenaba: Si aun una bestia tocare el monte, será apedreada, o pasada con dardo; y tan terrible era lo que se veía, que Moisés dijo: Estoy espantado y temblando; sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel” (Hebreos 12:18-2418For ye are not come unto the mount that might be touched, and that burned with fire, nor unto blackness, and darkness, and tempest, 19And the sound of a trumpet, and the voice of words; which voice they that heard entreated that the word should not be spoken to them any more: 20(For they could not endure that which was commanded, And if so much as a beast touch the mountain, it shall be stoned, or thrust through with a dart: 21And so terrible was the sight, that Moses said, I exceedingly fear and quake:) 22But ye are come unto mount Sion, and unto the city of the living God, the heavenly Jerusalem, and to an innumerable company of angels, 23To the general assembly and church of the firstborn, which are written in heaven, and to God the Judge of all, and to the spirits of just men made perfect, 24And to Jesus the mediator of the new covenant, and to the blood of sprinkling, that speaketh better things than that of Abel. (Hebrews 12:18‑24)).
No se trata, pues, de dividir en “leyes morales” y “leyes ceremoniales” las palabras que Dios habló en el Sinaí: el creyente no se acerca al monte aquel.
El autor de “El Peregrino” dice: “Por fe en el Señor Jesús, está el creyente ahora a la sombra de una justicia tan perfecta y bendita que la ley tonante de Sinaí no halla objeción alguna en ella. Esto es llamado justicia de Dios sin la ley”.
(Si esto es leído por un incrédulo, le exhortamos cariñosamente a que acepte la verdadera sentencia de la ley santa y justa que ha violado: “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” [Romanos 3:2323For all have sinned, and come short of the glory of God; (Romans 3:23)], y hallan salvación perfecta y eterna creyendo de corazón y confesando con la boca que “el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree” Romanos 10:4,8-94For Christ is the end of the law for righteousness to every one that believeth. (Romans 10:4)
8But what saith it? The word is nigh thee, even in thy mouth, and in thy heart: that is, the word of faith, which we preach; 9That if thou shalt confess with thy mouth the Lord Jesus, and shalt believe in thine heart that God hath raised him from the dead, thou shalt be saved. (Romans 10:8‑9)).