Los cinco juicios

Narrator: Luiz Genthree
Duration: 11min
La expresión “juicio general”, tan frecuente en la literatura religiosa, no se halla en las Escrituras, y, cosa aún de mayor importancia, la idea que pretende encerrar es igualmente extraña a la Biblia.
Con razón dice el Dr. Pentecost: “Una mala costumbre impulsa al mundo cristiano a hablar del Juicio cual, si fuera un grande acontecimiento que tendrá efecto al fin del mundo, cuando todos los seres humanos, santos, pecadores, judíos y gentiles, los vivos y los muertos, estarán ante el gran trono blanco, para ser juzgados. Nada puede diferir más de la enseñanza de las Escrituras”.
Las Escrituras hablan de cinco juicios, diferentes en cuatro respectos generales:
(1) Con respecto a los sujetos del juicio;
(2) Con respecto al lugar del juicio;
(3) Con respecto al tiempo del juicio;
(4) Con respecto al resultado del juicio.
1. El juicio de los pecados de los creyentes
Los pecados de los creyentes han sido juzgados.
Fecha: 30 d. C.
Lugar: la cruz.
Resultado: la muerte para Cristo, justificación para el creyente.
“Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero)” (Gálatas 3:1313Christ hath redeemed us from the curse of the law, being made a curse for us: for it is written, Cursed is every one that hangeth on a tree: (Galatians 3:13)).
“Al que no conoció pecado, por nosotros Lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él” (2 Corintios 5:2121For he hath made him to be sin for us, who knew no sin; that we might be made the righteousness of God in him. (2 Corinthians 5:21)).
“Pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de Sí mismo para quitar de en medio el pecado” (Hebreos 9:2626For then must he often have suffered since the foundation of the world: but now once in the end of the world hath he appeared to put away sin by the sacrifice of himself. (Hebrews 9:26)).
“De cierto, de cierto os digo: El que oye Mi palabra, y cree al que Me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida” (Juan 5:2424Verily, verily, I say unto you, He that heareth my word, and believeth on him that sent me, hath everlasting life, and shall not come into condemnation; but is passed from death unto life. (John 5:24)).
2. El juicio del pecado dentro del creyente
El yo del creyente debe ser juzgado.
Fecha: cualquier momento.
Lugar: cualquier parte.
Resultado: castigo.
“Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados; mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo” (1 Corintios 11:31-3231For if we would judge ourselves, we should not be judged. 32But when we are judged, we are chastened of the Lord, that we should not be condemned with the world. (1 Corinthians 11:31‑32)).
“Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?” (Hebreos 12:77If ye endure chastening, God dealeth with you as with sons; for what son is he whom the father chasteneth not? (Hebrews 12:7)).
3. El juicio de las obras de los creyentes
Las obras de los creyentes deben ser juzgadas.
Fecha: a la venida de Cristo.
Lugar: “en el aire”.
Resultado: recompensa o pérdida para el creyente, pero salvación.
Es un pensamiento muy solemne que, no obstante haber llevado Cristo nuestros pecados en Su cuerpo sobre el madero, y aunque Dios ha hecho pacto con nosotros y no se acordará más de ellos (Hebreos 10:1717And their sins and iniquities will I remember no more. (Hebrews 10:17)), toda obra debe ser juzgada.
“Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables. Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo” (2 Corintios 5:9-109Wherefore we labor, that, whether present or absent, we may be accepted of him. 10For we must all appear before the judgment seat of Christ; that every one may receive the things done in his body, according to that he hath done, whether it be good or bad. (2 Corinthians 5:9‑10)).
“Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo” (Romanos 14:1010But why dost thou judge thy brother? or why dost thou set at nought thy brother? for we shall all stand before the judgment seat of Christ. (Romans 14:10)).
Conviene observar que ambos pasajes están limitados al creyente, cual lo indica el contexto. En el primero, el apóstol se ha dirigido a nosotros considerándonos en uno de dos estados: estando en el cuerpo y ausentes del Señor, o ausentes del cuerpo y presentes con el Señor; y no podría servirse de tal lenguaje con los incrédulos. “Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables. Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos” etc. (2 Corintios 5:9-109Wherefore we labor, that, whether present or absent, we may be accepted of him. 10For we must all appear before the judgment seat of Christ; that every one may receive the things done in his body, according to that he hath done, whether it be good or bad. (2 Corinthians 5:9‑10)).
En el otro pasaje, las palabras “todos” y “hermano” se limitan al creyente. El Espíritu Santo nunca une así a los salvos y los perdidos. Entonces, para que no parezca increíble que un santo redimido pueda entrar en un juicio cualquiera, cita un texto de Isaías para probar que “toda rodilla” se doblará, etc., y añade “de manera que cada uno de nosotros dará a Dios razón de sí”.
El pasaje siguiente da la base del Juicio de las Obras.
“Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego” (1 Corintios 3:11-1511For other foundation can no man lay than that is laid, which is Jesus Christ. 12Now if any man build upon this foundation gold, silver, precious stones, wood, hay, stubble; 13Every man's work shall be made manifest: for the day shall declare it, because it shall be revealed by fire; and the fire shall try every man's work of what sort it is. 14If any man's work abide which he hath built thereupon, he shall receive a reward. 15If any man's work shall be burned, he shall suffer loss: but he himself shall be saved; yet so as by fire. (1 Corinthians 3:11‑15)).
Los textos siguientes fijan el tiempo de ese juicio.
“Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de Su Padre con Sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras” (Mateo 16:2727For the Son of man shall come in the glory of his Father with his angels; and then he shall reward every man according to his works. (Matthew 16:27)).
“Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios” (1 Corintios 4:55Therefore judge nothing before the time, until the Lord come, who both will bring to light the hidden things of darkness, and will make manifest the counsels of the hearts: and then shall every man have praise of God. (1 Corinthians 4:5)).
“He aquí Yo vengo pronto, y Mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra” (Apocalipsis 22:1212And, behold, I come quickly; and my reward is with me, to give every man according as his work shall be. (Revelation 22:12)).
4. El juicio de las naciones
Las naciones deben ser juzgadas.
Resultado: algunos salvados, otros perdidos.
Base: tratamiento de aquellos que Cristo llama “mis hermanos” (Mateo 25:40,4540And the King shall answer and say unto them, Verily I say unto you, Inasmuch as ye have done it unto one of the least of these my brethren, ye have done it unto me. (Matthew 25:40)
45Then shall he answer them, saying, Verily I say unto you, Inasmuch as ye did it not to one of the least of these, ye did it not to me. (Matthew 25:45)
; Joel 3:3,6-73And they have cast lots for my people; and have given a boy for an harlot, and sold a girl for wine, that they might drink. (Joel 3:3)
6The children also of Judah and the children of Jerusalem have ye sold unto the Grecians, that ye might remove them far from their border. 7Behold, I will raise them out of the place whither ye have sold them, and will return your recompence upon your own head: (Joel 3:6‑7)
). Se cree que esos “hermanos” son los judíos que han reconocido a Jesús como su Mesías durante “la gran tribulación” que sigue el rapto de la iglesia y se termina con la gloriosa aparición de nuestro Señor (Mateo 24:21-2221For then shall be great tribulation, such as was not since the beginning of the world to this time, no, nor ever shall be. 22And except those days should be shortened, there should no flesh be saved: but for the elect's sake those days shall be shortened. (Matthew 24:21‑22); Apocalipsis 7:1414And I said unto him, Sir, thou knowest. And he said to me, These are they which came out of great tribulation, and have washed their robes, and made them white in the blood of the Lamb. (Revelation 7:14); 2 Tesalonicenses 2:3-83Let no man deceive you by any means: for that day shall not come, except there come a falling away first, and that man of sin be revealed, the son of perdition; 4Who opposeth and exalteth himself above all that is called God, or that is worshipped; so that he as God sitteth in the temple of God, showing himself that he is God. 5Remember ye not, that, when I was yet with you, I told you these things? 6And now ye know what withholdeth that he might be revealed in his time. 7For the mystery of iniquity doth already work: only he who now letteth will let, until he be taken out of the way. 8And then shall that Wicked be revealed, whom the Lord shall consume with the spirit of his mouth, and shall destroy with the brightness of his coming: (2 Thessalonians 2:3‑8)). La prueba es demasiada extensiva para ser aducida aquí. Es, sin embargo, evidente que esos “hermanos” no pueden ser creyentes de esta dispensación pues sería imposible hallar un número considerable de cristianos tan ignorantes que no sepan que los actos de cariño a los creyentes son verdaderamente ministraciones al mismo Jesús.
Como ese juicio de las naciones vivas es a veces confundido con el del “gran trono blanco” (Apocalipsis 20:1111And I saw a great white throne, and him that sat on it, from whose face the earth and the heaven fled away; and there was found no place for them. (Revelation 20:11)), conviene observar los siguientes contrastes entre las dos escenas.
 
Naciones Vivas
Gran Trono Blanco
 
Ninguna resurrección.
Una resurrección.
 
Las naciones vivas juzgadas.
“Los muertos” juzgados.
 
En la tierra.
Los cielos y la tierra desaparecieron.
 
Ningún libro.
“Libros abiertos”.
 
Dos clases: ovejas, cabritos.
Una clase: “los muertos”.
 
Fecha: cuando Cristo aparezca.
Cuando Él haya reinado 1000 años.
En verdad, el juicio del “gran trono blanco” y el juicio de los pueblos vivos solo tienen una cosa en común: el Juez.
5. El juicio de los muertos malos
Los muertos malos deben ser juzgados.