Salmo 32 (Spanish RV 1909) - Bible Truth Library

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Psalm 32

Sal. 32:2 KJV (With Strong’s)

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Blessed is the man unto whom the Lord imputethz not iniquity, and in whose spirit there is no guile.

z

2 Co. 5:19• ¹⁹Porque ciertamente Dios estaba en Cristo reconciliando el mundo á sí, no imputándole sus pecados, y puso en nosotros la palabra de la reconciliación. (2 Co. 5:19)

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The Lord.

Lv. 17:4• ⁴Y no lo trajere á la puerta del tabernáculo del testimonio, para ofrecer ofrenda á Jehová delante del tabernáculo de Jehová, sangre será imputada al tal varón: sangre derramó; cortado será el tal varón de entre su pueblo: (Lv. 17:4)

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Ro. 5:13• ¹³Porque hasta la ley, el pecado estaba en el mundo; pero no se imputa pecado no habiendo ley. (Ro. 5:13)

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2 Co. 5:19‑21• ¹⁹Porque ciertamente Dios estaba en Cristo reconciliando el mundo á sí, no imputándole sus pecados, y puso en nosotros la palabra de la reconciliación.
²⁰Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio nuestro; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
²¹Al que no conoció pecado, hizo pecado por nosotros, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él. (2 Co. 5:19‑21)

whose.

Jn. 1:47• ⁴⁷Jesús vió venir á sí á Natanael, y dijo de él: He aquí un verdadero Israelita, en el cual no hay engaño. (Jn. 1:47)

;

2 Co. 1:12• ¹²Porque nuestra gloria es esta: el testimonio de nuestra conciencia, que con simplicidad y sinceridad de Dios, no con sabiduría carnal, mas con la gracia de Dios, hemos conversado en el mundo, y muy más con vosotros. (2 Co. 1:12)

;

1 P. 2:1‑2• ¹Dejando pues toda malicia, y todo engaño, y fingimientos, y envidias, y todas las detracciones,
²Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual, sin engaño, para que por ella crezcáis en salud: (1 P. 2:1‑2)

;

Ap. 14:5• ⁵Y en sus bocas no ha sido hallado engaño; porque ellos son sin mácula delante del trono de Dios. (Ap. 14:5)

• But it needs reconciliation with Himself above all, the unclouded light of This countenance; as regards its own state forgiveness, and the absence of guilt. The entire removal of all guilt before God, and His complete forgiveness, is beautifully connected here with purifying the heart and inner man, the taking out guile, and this in the confession of actual sins. (“Practical Reflections on the Psalms: Psalms 29-32” by J.N. Darby)

• What a blessing it is to have the perfect light of God on an unsullied soul, not an innocent one. (“Practical Reflections on the Psalms: Psalms 29-32” by J.N. Darby)

• He sees the sin truly, but sees, and because he sees, it is not imputed. But the phrase is absolute and general— “to whom the Lord imputeth not iniquity.” It is an absolute condition of the individual; it is not his iniquity or particular fault forgiven, though, doubtless, that is so too, but absolute non-imputation of any. The man exists before God as having no sin, according to the judgment of God. Then my heart is open and free before God. I have the consciousness of this, and look up to God as having no sin, with the consciousness that He sees none. Hence there is no cloud, nothing to hide. This is not so, however, when confession is not made. (“Practical Reflections on the Psalms: Psalms 29-32” by J.N. Darby)

• The sin is not denied, or excused, or belittled―that would be guile; it is fully confessed. (“Psalms 32” by H. Smith)

J. N. Darby Translation

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Blessed is the man unto whom Jehovah reckoneth not iniquity, and in whose spirit there is no guile!