UN VERSÍCULO PARA MEMORIZAR
"Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu
Dios, que andes en todos Sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con
todo tu corazón, y con toda tu alma;" Deuteronomio 10:12
Es el quinto libro de Moisés y su nombre quiere decir "segunda ley", pero no lo describe bien la palabra. El capítulo 5:1 explica mejor lo que es. En realidad es un resumen de los tratos hechos por Dios con el pueblo de Israel, estableciéndolos en una relación directa con ÉL.
Las tres grandes fiestas del capítulo 16 llevan este carácter. Los israelitas son probados bajo la ley, pero a pesar de sus fracasos en cumplir con ella, Dios les manifiesta su superabundante bendición. El libro concluye con una bendición profética para Israel, con exhortaciones a una obediencia implícita en cuanto a los holocaustos. No podían ofrecerlos en cualquier lugar, mas en el lugar que Jehová escogiere para hacer habitar en él su nombre. Muchas veces se repiten estas palabras; así tiene una importancia especial para los creyentes reunidos al nombre del Señor en estos días de ruina en la iglesia profesante.
Se lee comparándolo con 1 y 2 Corintios.
UN PENSAMIENTO PARA LA JUVENTUD
Deuteronomio 21:20
"Y dirán a los ancianos de la ciudad: Este nuestro hijo es contumaz y rebelde, no obedece a nuestra voz; es glotón y borracho." ¿Quién ha sido el único hijo siempre perfecto y obediente en la historia de mundo? El Señor Jesucristo. Él dijo: "...no se haga mi voluntad, sino la tuya." Lucas 22:42. ¿Y nosotros?... Un joven es contumaz y rebelde si no quiere escuchar ni sujetarse a la voluntad de sus padres. La Escritura nos enseña que debemos obedecer, cuando estamos todavía en edad de estar bajo su responsabilidad en el hogar y siempre honrarles. Un rebelde puede ser perezoso. ¿Sabes ayudar en la casa?