Isaías

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UN VERSÍCULO PARA MEMORIZAR
"Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le
tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido." Isaías 53:4
En Isaías, el principal de los profetas, tenemos todo el armazón del modo de proceder de Dios para con Judá. Isaías predice el juicio de las naciones que rodean a los judíos, especialmente Babilonia, incluyendo Asiria el enemigo principal de Israel hasta el día de hoy. Emanuel (Jehová Cristo) es la única esperanza del pueblo rechazado, pero a pesar de su incredulidad Emanuel les bendecirá y les restablecerá. Los capítulos 1 al 35 cubren este detalle de la profecía.
Los capítulos 36 al 39 nos dan dos grandes principios—la resurrección y el rescate del pueblo de Judá de mano de los asirios –figura del Cristo-resucitado que salva.
Esta profecía de Isaías está citada en el Nuevo Testamento casi cuarenta veces. Sus palabras no solamente se aplican a la condición espiritual de Su pueblo y la inutilidad de los ritos y ceremonias que practicaban, sino que introducen un período de gracia para otro pueblo, los gentiles. El profeta, sin embargo, no deja de pronunciarse sobre el pecado de Israel y el juicio de Dios que caerá sobre ellos en un día futuro.
Isaías pone énfasis al mismo tiempo en la venida de Cristo, Su humillación y la gloria que le pertenece.
He aquí las siguientes divisiones de este libro según su autor:
Capítulos:
1 al 12—El estado pecaminoso del pueblo todavía en posesión de la tierra. Amonestaciones y castigo de los invasores asirios.
13 al 27—Juicios sobre Babilonia y otras naciones que tenían cautivos a los israelitas y su rescate.
28 al 35—Cinco advertencias pronunciadas sobre Israel por su infidelidad y su libertad de la esclavitud de la liga de las naciones, terminando con el gozo del reino.
36 al 39—Histórico pero típico: el camino de bendición para Jerusalén, y la casa de David.
40 al 48—Una controversia por parte de Dios con Israel, motivada por la idolatría. Ciro el rey (figura de Cristo) los rescató del poder de los enemigos.
49 al 57—Otra controversia con Israel, por parte de Dios, motivada por los sufrimientos y rechazo de su Mesías.
58 al 66—Los resultados finales: el remanente de Israel rescatado y bendecido.
UN PENSAMIENTO PARA LA JUVENTUD
Isaías 61:1
“El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel.” Tenemos las buenas nuevas de salvación... ¿Vamos a esconderlas, o pensar que si nosotros ya tenemos la salvación, no importan los demás? El apóstol Pablo dijo al joven Timoteo en 2 Timoteo 4:5, "Haz obra de evangelista."
Puede ser el mensaje para todos nosotros. Los abatidos se sienten llevados por todo lado por los problemas que nos rodean; necesitan a Cristo. Los quebrantados de corazón necesitan al que puede poner un nuevo corazón, al Señor Jesucristo. Un cautivo no quiere nada más que su libertad; los que están sin Cristo están cautivos en sus pecados. Por supuesto, un preso quiere ver su celda con las puertas abiertas para poder salir sin obligación de volver. Los que están verdaderamente liberados de sus pecados nunca pueden perder su salvación. Vamos a los campos para evangelizar.