UN VERSÍCULO PARA MEMORIZAR
"Y no podía distinguir el pueblo el clamor de los gritos de alegría, de la voz del lloro; porque clamaba el pueblo con gran júbilo, y se oía el ruido hasta de lejos." Esdras 3:13
Esdras es un libro histórico que sigue a 2 Crónicas. Dios puso en el corazón de Ciro, rey de Persia, que se reconstruyera el templo. Así con su decreto, regresaron de la cautividad 50.000 israelitas para empezar la obra. Hubo muchas dificultades, pero después de varios años, se cumplió el mandato. El servicio y culto divino según la ley fueron reiniciados mientras esperaban al Mesías. Era un templo vacío, porque faltaba el arca. El capítulo 9 describe la aflicción de Esdras al ver el yugo desigual entre los israelitas y los pueblos de la tierra. En esto se manifestaba su piedad. Pasaron años y nuevamente levantó el ánimo y el del pueblo leyéndole y explicándole el libro de la ley. Lloraba la gente, y se animaba a guardar la fiesta de los tabernáculos detallada en las notas sobre el libro de Levítico.
UN PENSAMIENTO PARA LA JUVENTUD
Esdras 7:10
"Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos." Cuando se oye de hermanos preparados, generalmente se refiere a la preparación de la mente. Esdras primero preparó el corazón, lo que significa estar en comunión personal de Dios. Después estudió, seguro con diligencia, lo que había de la Palabra de Dios en ese tiempo. Y entonces, se puso a poner en práctica y cumplir lo que había estudiado. Con esto, estaba listo para enseñar a otros. En la juventud o en cualquier edad, debemos estar conscientes de la necesidad de tener el corazón y el andar conforme a las palabras que hablamos.