Juan 3 (Spanish RV 1909) - Bible Truth Library

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John 3

Jn. 3:3 KJV (With Strong’s)

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3

Jesus answered and said unto him, Verily, verily, I say unto thee, Exceptn a man be born βagain, he cannot see the kingdom of God.

n

Jn. 1:13• ¹³Los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, mas de Dios. (Jn. 1:13)

;

Gá. 6:15• ¹⁵Porque en Cristo Jesús, ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino la nueva criatura. (Gá. 6:15)

;

Ef. 2:1• ¹Y de ella recibisteis vosotros, que estabais muertos en vuestros delitos y pecados, (Ef. 2:1)

;

Tit. 3:5• ⁵No por obras de justicia que nosotros habíamos hecho, mas por su misericordia nos salvó, por el lavacro de la regeneración, y de la renovación del Espíritu Santo; (Tit. 3:5)

;

Stg. 1:18• ¹⁸El, de su voluntad nos ha engendrado por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas. (Stg. 1:18)

;

1 P. 1:23• ²³Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios, que vive y permanece para siempre. (1 P. 1:23)

;

1 Jn. 2:29• ²⁹Si sabéis que él es justo, sabed también que cualquiera que hace justicia, es nacido de él. (1 Jn. 2:29)

;

1 Jn. 3:9• ⁹Cualquiera que es nacido de Dios, no hace pecado, porque su simiente está en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. (1 Jn. 3:9)

β

or, from above.

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God,

Kingdom; Kingdom of God; Kingdom of Heaven,

New Birth,

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Verily.

Jn. 1:51• ⁵¹Y dícele: De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del hombre. (Jn. 1:51)

;

Mt. 5:18• ¹⁸Porque de cierto os digo, que hasta que perezca el cielo y la tierra, ni una jota ni un tilde perecerá de la ley, hasta que todas las cosas sean hechas. (Mt. 5:18)

;

2 Co. 1:19‑20• ¹⁹Porque el Hijo de Dios, Jesucristo, que por nosotros ha sido entre vosotros predicado, por mí y Silvano y Timoteo, no ha sido Sí y No; mas ha sido Sí en él.
²⁰Porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por nosotros á gloria de Dios. (2 Co. 1:19‑20)

;

Ap. 3:14• ¹⁴Y escribe al ángel de la iglesia en LAODICEA: He aquí dice el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios: (Ap. 3:14)

Except.

Jn. 3:5‑6• ⁵Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
⁶Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. (Jn. 3:5‑6)

;

Jn. 1:13• ¹³Los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, mas de Dios. (Jn. 1:13)

;

Gá. 6:15• ¹⁵Porque en Cristo Jesús, ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino la nueva criatura. (Gá. 6:15)

;

Ef. 2:1• ¹Y de ella recibisteis vosotros, que estabais muertos en vuestros delitos y pecados, (Ef. 2:1)

;

Tit. 3:5• ⁵No por obras de justicia que nosotros habíamos hecho, mas por su misericordia nos salvó, por el lavacro de la regeneración, y de la renovación del Espíritu Santo; (Tit. 3:5)

;

Stg. 1:18• ¹⁸El, de su voluntad nos ha engendrado por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas. (Stg. 1:18)

;

1 P. 1:3,23‑25• ³Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos ha regenerado en esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,
²³Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios, que vive y permanece para siempre.
²⁴Porque Toda carne es como la hierba, Y toda la gloria del hombre como la flor de la hierba: Secóse la hierba, y la flor se cayó;
²⁵Mas la palabra del Señor permanece perpetuamente. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada. (1 P. 1:3,23‑25)

;

1 Jn. 2:29• ²⁹Si sabéis que él es justo, sabed también que cualquiera que hace justicia, es nacido de él. (1 Jn. 2:29)

;

1 Jn. 3:9• ⁹Cualquiera que es nacido de Dios, no hace pecado, porque su simiente está en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. (1 Jn. 3:9)

;

1 Jn. 5:1,18• ¹Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios: y cualquiera que ama al que ha engendrado, ama también al que es nacido de él.
¹⁸Sabemos que cualquiera que es nacido de Dios, no peca; mas el que es engendrado de Dios, se guarda á sí mismo, y el maligno no le toca. (1 Jn. 5:1,18)

again.

or, from above.

Stg. 1:17• ¹⁷Toda buena dádiva y todo don perfecto es de lo alto, que desciende del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación. (Stg. 1:17)

;

Stg. 3:17• ¹⁷Mas la sabiduría que es de lo alto, primeramente es pura, después pacífica, modesta, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, no juzgadora, no fingida. (Stg. 3:17)

he cannot.

Jn. 3:5• ⁵Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. (Jn. 3:5)

;

Jn. 1:5• ⁵Y la luz en las tinieblas resplandece; mas las tinieblas no la comprendieron. (Jn. 1:5)

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Jn. 12:40• ⁴⁰Cegó los ojos de ellos, y endureció su corazón; Porque no vean con los ojos, y entiendan de corazón, Y se conviertan, Y yo los sane. (Jn. 12:40)

;

Dt. 29:4• ⁴Y Jehová no os dió corazón para entender, ni ojos para ver, ni oídos para oir, hasta el día de hoy. (Dt. 29:4)

;

Jer. 5:21• ²¹Oid ahora esto, pueblo necio y sin corazón, que tienen ojos y no ven, que tienen oídos y no oyen: (Jer. 5:21)

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Mt. 13:11‑16• ¹¹Y él respondiendo, les dijo: Por que á vosotros es concedido saber los misterios del reino de los cielos; mas á ellos no es concedido.
¹²Porque á cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
¹³Por eso les hablo por parábolas; porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden.
¹⁴De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dice: De oído oiréis, y no entenderéis; Y viendo veréis, y no miraréis.
¹⁵Porque el corazón de este pueblo está engrosado, Y de los oídos oyen pesadamente, Y de sus ojos guiñan: Para que no vean de los ojos, Y oigan de los oídos, Y del corazón entiendan, Y se conviertan, Y yo los sane.
¹⁶Mas bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen. (Mt. 13:11‑16)

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Mt. 16:17• ¹⁷Entonces, respondiendo Jesús, le dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás; porque no te lo reveló carne ni sangre, mas mi Padre que está en los cielos. (Mt. 16:17)

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2 Co. 4:4• ⁴En los cuales el dios de este siglo cegó los entendimientos de los incrédulos, para que no les resplandezca la lumbre del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. (2 Co. 4:4)

• The work of blessing was not to be wrought by teaching the old man. Man needed to be renewed in the source of his nature, without which he could not see the kingdom. (“John 3” by J.N. Darby)

• Not teaching is wanted but a new nature, a new source of being spiritually, in order to see the kingdom of God. No inference, however logical, is faith. (“Endnotes from John 3” by W. Kelly)

• The Word of God has never penetrated the heart of Nicodemus. He knew not himself utterly defiled, spiritually dead in sins. What he wanted {lacked} was to be quickened, not to have fresh aliment for the exercise of his mind. And Jesus, instead of commenting on his words, answered his true need. (“Endnotes from John 3” by W. Kelly)

• The kingdom of God was among them in Christ, who demonstrated its power, the enemies themselves seen or unseen being judges. Why, then, did not Nicodemus see it? From no defect in the object of faith or in His testimony, by general conviction and confession, from no lack of signs attesting the presence and power of God. Alas the defect is in man, and to man it is incurable. (“Endnotes from John 3” by W. Kelly)

J. N. Darby Translation

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3

Jesus answered and said to him, Verily, verily, I say unto thee, Except any one be born anewh he cannot see the kingdom of God.

JND Translation Notes

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h

Not only "again," but "entirely afresh," as from a new source of life and point of departure; translated in Luke 1.3, "from the origin." It is a new source and beginning of life.

W. Kelly Translation

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3

Jesus answered and said to him, Verily, verily, I say to thee, Except one be born anew, he cannot see the kingdom of God.