Articles on

Hebrews 6

He. 6:2 KJV (With Strong’s)

+
2
Of the doctrine
didache (Greek #1322)
instruction (the act or the matter)
KJV usage: doctrine, hath been taught.
Pronounce: did-akh-ay'
Origin: from 1321
of baptisms
baptismos (Greek #909)
ablution (ceremonial or Christian)
KJV usage: baptism, washing.
Pronounce: bap-tis-mos'
Origin: from 907
d, and
te (Greek #5037)
both or also (properly, as correlation of 2532)
KJV usage: also, and, both, even, then, whether. Often used in composition, usually as the latter participle.
Pronounce: teh
Origin: a primary particle (enclitic) of connection or addition
of laying on
epithesis (Greek #1936)
an imposition (of hands officially)
KJV usage: laying (putting) on.
Pronounce: ep-ith'-es-is
Origin: from 2007
f of hands
cheir (Greek #5495)
the hand (literally or figuratively (power); especially (by Hebraism) a means or instrument)
KJV usage: hand.
Pronounce: khire
Origin: perhaps from the base of 5494 in the sense of its congener the base of 5490 (through the idea of hollowness for grasping)
, and
te (Greek #5037)
both or also (properly, as correlation of 2532)
KJV usage: also, and, both, even, then, whether. Often used in composition, usually as the latter participle.
Pronounce: teh
Origin: a primary particle (enclitic) of connection or addition
ofg resurrection
anastasis (Greek #386)
a standing up again, i.e. (literally) a resurrection from death (individual, genitive case or by implication, (its author)), or (figuratively) a (moral) recovery (of spiritual truth)
KJV usage: raised to life again, resurrection, rise from the dead, that should rise, rising again.
Pronounce: an-as'-tas-is
Origin: from 450
of the dead
nekros (Greek #3498)
dead (literally or figuratively; also as noun)
KJV usage: dead.
Pronounce: nek-ros'
Origin: from an apparently primary νέκυς (a corpse)
, and
kai (Greek #2532)
and, also, even, so then, too, etc.; often used in connection (or composition) with other particles or small words
KJV usage: and, also, both, but, even, for, if, or, so, that, then, therefore, when, yet.
Pronounce: kahee
Origin: apparently, a primary particle, having a copulative and sometimes also a cumulative force
of
krima (Greek #2917)
a decision (the function or the effect, for or against ("crime"))
KJV usage: avenge, condemned, condemnation, damnation, + go to law, judgment.
Pronounce: kree'-mah
Origin: from 2919
eternal
aionios (Greek #166)
perpetual (also used of past time, or past and future as well)
KJV usage: eternal, for ever, everlasting, world (began).
Pronounce: ahee-o'-nee-os
Origin: from 165
judgment
krima (Greek #2917)
a decision (the function or the effect, for or against ("crime"))
KJV usage: avenge, condemned, condemnation, damnation, + go to law, judgment.
Pronounce: kree'-mah
Origin: from 2919
.

More on:

+

Cross References

+

Ministry on This Verse

+
the doctrine.
He. 9:10• 10Consistiendo sólo en viandas y en bebidas, y en diversos lavamientos, y ordenanzas acerca de la carne, impuestas hasta el tiempo de la corrección. (He. 9:10)
;
Mr. 7:4,8• 4Y volviendo de la plaza, si no se lavaren, no comen. Y otras muchas cosas hay, que tomaron para guardar, como las lavaduras de los vasos de beber, y de los jarros, y de los vasos de metal, y de los lechos.)
8Porque dejando el mandamiento de Dios, tenéis la tradición de los hombres; las lavaduras de los jarros y de los vasos de beber: y hacéis otras muchas cosas semejantes.
(Mr. 7:4,8)
;
Lc. 11:38• 38Y el Fariseo, como lo vió, maravillóse de que no se lavó antes de comer. (Lc. 11:38)
;
Lc. 11•  (Lc. 11)
:*Gr:;
Mt. 3:14• 14Mas Juan lo resistía mucho, diciendo: Yo he menester ser bautizado de ti, ¿y tú vienes á mí? (Mt. 3:14)
;
Mt. 20:22‑23• 22Entonces Jesús respondiendo, dijo: No sabéis lo que pedís: ¿podéis beber el vaso que yo he de beber, y ser bautizados del bautismo de que yo soy bautizado? Y ellos le dicen: Podemos.
23Y él les dice: A la verdad mi vaso beberéis, y del bautismo de que yo soy bautizado, seréis bautizados; mas el sentaros á mi mano derecha y á mi izquierda, no es mío dar lo, sino á aquellos para quienes está aparejado de mi Padre.
(Mt. 20:22‑23)
;
Mt. 28:19• 19Por tanto, id, y doctrinad á todos los Gentiles, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo: (Mt. 28:19)
;
Mr. 16:16• 16El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. (Mr. 16:16)
;
Lc. 3:16• 16Respondió Juan, diciendo á todos: Yo, á la verdad, os bautizo en agua; mas viene quien es más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de sus zapatos: él os bautizará en Espíritu Santo y fuego; (Lc. 3:16)
;
Lc. 12:50• 50Empero de bautismo me es necesario ser bautizado: y cómo me angustio hasta que sea cumplido! (Lc. 12:50)
;
Jn. 1:33• 33Y yo no le conocía; mas el que me envió á bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien vieres descender el Espíritu, y que reposa sobre él, éste es el que bautiza con Espíritu Santo. (Jn. 1:33)
;
Jn. 3:25‑26• 25Y hubo cuestión entre los discípulos de Juan y los Judíos acerca de la purificación.
26Y vinieron á Juan, y dijéronle: Rabbí, el que estaba contigo de la otra parte del Jordán, del cual tú diste testimonio, he aquí bautiza, y todos vienen á él.
(Jn. 3:25‑26)
;
Jn. 4:1‑2• 1De manera que como Jesús entendió que los Fariseos habían oído que Jesús hacía y bautizaba más discípulos que Juan,
2(Aunque Jesús no bautizaba, sino sus discípulos),
(Jn. 4:1‑2)
;
Hch. 2:38,41• 38Y Pedro les dice: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
41Así que, los que recibieron su palabra, fueron bautizados: y fueron añadidas á ellos aquel día como tres mil personas.
(Hch. 2:38,41)
;
Hch. 8:12‑13,16,36‑38• 12Mas cuando creyeron á Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres.
13El mismo Simón creyó también entonces, y bautizándose, se llegó á Felipe: y viendo los milagros y grandes maravillas que se hacían, estaba atónito.
16(Porque aun no había descendido sobre ninguno de ellos, mas solamente eran bautizados en el nombre de Jesús.)
36Y yendo por el camino, llegaron á cierta agua; y dijo el eunuco: He aquí agua; ¿qué impide que yo sea bautizado?
37Y Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.
38Y mandó parar el carro: y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco; y bautizóle.
(Hch. 8:12‑13,16,36‑38)
;
Hch. 10:47• 47Entonces respondió Pedro: ¿Puede alguno impedir el agua, para que no sean bautizados éstos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros? (Hch. 10:47)
;
Hch. 16:15,33• 15Y cuando fué bautizada, y su familia, nos rogó, diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad: y constriñónos.
33Y tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó los azotes; y se bautizó luego él, y todos los suyos.
(Hch. 16:15,33)
;
Hch. 19:2‑5• 2Díjoles: ¿Habéis recibido el Espíritu Santo después que creísteis? Y ellos le dijeron: Antes ni aun hemos oído si hay Espíritu Santo.
3Entonces dijo: ¿En qué pues sois bautizados? Y ellos dijeron: En el bautismo de Juan.
4Y dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en el que había de venir después de él, es á saber, en Jesús el Cristo.
5Oído que hubieron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.
(Hch. 19:2‑5)
;
Ro. 6:3‑4• 3¿O no sabéis que todos los que somos bautizados en Cristo Jesús, somos bautizados en su muerte?
4Porque somos sepultados juntamente con él á muerte por el bautismo; para que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida.
(Ro. 6:3‑4)
;
1 Co. 1:12‑17• 12Quiero decir, que cada uno de vosotros dice: Yo cierto soy de Pablo; pues yo de Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo.
13¿Está dividido Cristo? ¿Fué crucificado Pablo por vosotros? ¿ó habéis sido bautizados en el nombre de Pablo?
14Doy gracias á Dios, que á ninguno de vosotros he bautizado, sino á Crispo y á Gayo;
15Para que ninguno diga que habéis sido bautizados en mi nombre.
16Y también bauticé la familia de Estéfanas: mas no sé si he bautizado algún otro.
17Porque no me envió Cristo á bautizar, sino á predicar el evangelio: no en sabiduría de palabras, porque no sea hecha vana la cruz de Cristo.
(1 Co. 1:12‑17)
;
1 Co. 10:2• 2Y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en la mar; (1 Co. 10:2)
;
1 Co. 12:13• 13Porque por un Espíritu somos todos bautizados en un cuerpo, ora Judíos ó Griegos, ora siervos ó libres; y todos hemos bebido de un mismo Espíritu. (1 Co. 12:13)
;
Col. 2:12• 12Sepultados juntamente con él en la bautismo, en el cual también resucitasteis con él, por la fe de la operación de Dios que le levantó de los muertos. (Col. 2:12)
;
1 P. 3:20‑21• 20Los cuales en otro tiempo fueron desobedientes, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, cuando se aparejaba el arca; en la cual pocas, es á saber, ocho personas fueron salvas por agua.
21A la figura de la cual el bautismo que ahora corresponde nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como demanda de una buena conciencia delante de Dios,) por la resurrección de Jesucristo:
(1 P. 3:20‑21)
laying.
resurrection.
He. 11:35• 35Las mujeres recibieron sus muertos por resurrección; unos fueron estirados, no aceptando el rescate, para ganar mejor resurrección; (He. 11:35)
;
Is. 26:19• 19Tus muertos vivirán; junto con mi cuerpo muerto resucitarán. Despertad y cantad, moradores del polvo! porque tu rocío, cual rocío de hortalizas; y la tierra echará los muertos. (Is. 26:19)
;
Ez. 37:1‑14• 1Y la mano de Jehová fué sobre mí, y sacóme en espíritu de Jehová, y púsome en medio de un campo que estaba lleno de huesos.
2E hízome pasar cerca de ellos por todo alrededor: y he aquí que eran muy muchos sobre la haz del campo, y por cierto secos en gran manera.
3Y díjome: Hijo del hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes.
4Díjome entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oid palabra de Jehová.
5Así ha dicho el Señor Jehová á estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis.
6Y pondré nervios sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová.
7Profeticé pues, como me fué mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor, y los huesos se llegaron cada hueso á su hueso.
8Y miré, y he aquí nervios sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrío por encima de ellos: mas no había en ellos espíritu.
9Y díjome: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo del hombre, y di al espíritu: Así ha dicho el Señor Jehová: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán.
10Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies, un ejército grande en extremo.
11Díjome luego: Hijo del hombre, todos estos huesos son la casa de Israel. He aquí, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y pereció nuestra esperanza, y somos del todo talados.
12Por tanto profetiza, y diles: Así ha dicho el Señor Jehová: He aquí, yo abro vuestros sepulcros, pueblo mío, y os haré subir de vuestras sepulturas, y os traeré á la tierra de Israel.
13Y sabréis que yo soy Jehová, cuando abriere vuestros sepulcros, y os sacare de vuestras sepulturas, pueblo mío.
14Y pondré mi espíritu en vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que yo Jehová hablé, y lo hice, dice Jehová.
(Ez. 37:1‑14)
;
Dn. 12:2• 2Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua. (Dn. 12:2)
;
Mt. 22:23‑32• 23Aquel día llegaron á él los Saduceos, que dicen no haber resurrección, y le preguntaron,
24Diciendo: Maestro, Moisés dijo: Si alguno muriere sin hijos, su hermano se casará con su mujer, y despertará simiente á su hermano.
25Fueron pues, entre nosotros siete hermanos: y el primero tomó mujer, y murió; y no teniendo generación, dejó su mujer á su hermano.
26De la misma manera también el segundo, y el tercero, hasta los siete.
27Y después de todos murió también la mujer.
28En la resurrección pues, ¿de cuál de los siete será ella mujer? porque todos la tuvieron.
29Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis ignorando las Escrituras, y el poder de Dios.
30Porque en la resurrección, ni los hombres tomarán mujeres, ni las mujeres marido; mas son como los ángeles de Dios en el cielo.
31Y de la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que os es dicho por Dios, que dice:
32Yo soy el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino de vivos.
(Mt. 22:23‑32)
;
Lc. 14:14• 14Y serás bienaventurado; porque no te pueden retribuir; mas te será recompensado en la resurrección de los justos. (Lc. 14:14)
;
Jn. 5:29• 29Y los que hicieron bien, saldrán á resurrección de vida; mas los que hicieron mal, á resurrección de condenación. (Jn. 5:29)
;
Jn. 11:24‑25• 24Marta le dice: Yo sé que resucitará en la resurrección en el día postrero.
25Dícele Jesús: Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
(Jn. 11:24‑25)
;
Hch. 4:2• 2Resentidos de que enseñasen al pueblo, y anunciasen en Jesús la resurrección de los muertos. (Hch. 4:2)
;
Hch. 17:18,31‑32• 18Y algunos filósofos de los Epicúreos y de los Estóicos, disputaban con él; y unos decían: ¿Qué quiere decir este palabrero? Y otros: Parece que es predicador de nuevos dioses: porque les predicaba á Jesús y la resurrección.
31Por cuanto ha establecido un día, en el cual ha de juzgar al mundo con justicia, por aquel varón al cual determinó; dando fe á todos con haberle levantado de los muertos.
32Y así como oyeron de la resurrección de los muertos, unos se burlaban, y otros decían: Te oiremos acerca de esto otra vez.
(Hch. 17:18,31‑32)
;
Hch. 23:6• 6Entonces Pablo, sabiendo que la una parte era de Saduceos, y la otra de Fariseos, clamó en el concilio: Varones hermanos, yo soy Fariseo, hijo de Fariseo: de la esperanza y de la resurrección de los muertos soy yo juzgado. (Hch. 23:6)
;
Hch. 24:15,21• 15Teniendo esperanza en Dios que ha de haber resurrección de los muertos, así de justos como de injustos, la cual también ellos esperan.
21Si no sea que, estando entre ellos prorrumpí en alta voz: Acerca de la resurrección de los muertos soy hoy juzgado de vosotros.
(Hch. 24:15,21)
;
Hch. 26:8• 8Qué! ¿Júzgase cosa increíble entre vosotros que Dios resucite los muertos? (Hch. 26:8)
;
Ro. 6:5• 5Porque si fuimos plantados juntamente en él á la semejanza de su muerte, así también lo seremos á la de su resurrección: (Ro. 6:5)
;
1 Co. 15:13‑57• 13Porque si no hay resurrección de muertos, Cristo tampoco resucitó:
14Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe.
15Y aun somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él haya levantado á Cristo; al cual no levantó, si en verdad los muertos no resucitan.
16Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó.
17Y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aun estáis en vuestros pecados.
18Entonces también los que durmieron en Cristo son perdidos.
19Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, los más miserables somos de todos los hombres.
20Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.
21Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos.
22Porque así como en Adam todos mueren, así también en Cristo todos serán vivificados.
23Mas cada uno en su orden: Cristo las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida.
24Luego el fin; cuando entregará el reino á Dios y al Padre, cuando habrá quitado todo imperio, y toda potencia y potestad.
25Porque es menester que él reine, hasta poner á todos sus enemigos debajo de sus pies.
26Y el postrer enemigo que será deshecho, será la muerte.
27Porque todas las cosas sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice: Todas las cosas son sujetadas á él, claro está exceptuado aquel que sujetó á él todas las cosas.
28Mas luego que todas las cosas le fueren sujetas, entonces también el mismo Hijo se sujetará al que le sujetó á él todas las cosas, para que Dios sea todas las cosas en todos.
29De otro modo, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por qué pues se bautizan por los muertos?
30¿Y por qué nosotros peligramos á toda hora?
31Sí, por la gloria que en orden á vosotros tengo en Cristo Jesús Señor nuestro, cada día muero.
32Si como hombre batallé en Efeso contra las bestias, ¿qué me aprovecha? Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, que mañana moriremos.
33No erréis: las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.
34Velad debidamente, y no pequéis; porque algunos no conocen á Dios: para vergüenza vuestra hablo.
35Mas dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán?
36Necio, lo que tú siembras no se vivifica, si no muriere antes.
37Y lo que siembras, no siembras el cuerpo que ha de salir, sino el grano desnudo, acaso de trigo, ó de otro grano:
38Mas Dios le da el cuerpo como quiso, y á cada simiente su propio cuerpo.
39Toda carne no es la misma carne; mas una carne ciertamente es la de los hombres, y otra carne la de los animales, y otra la de los peces, y otra la de las aves.
40Y cuerpos hay celestiales, y cuerpos terrestres; mas ciertamente una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrestres:
41Otra es la gloria del sol, y otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas: porque una estrella es diferente de otra en gloria.
42Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción se levantará en incorrupción;
43Se siembra en vergüenza, se levantará con gloria; se siembra en flaqueza, se levantará con potencia;
44Se siembra cuerpo animal, resucitará espiritual cuerpo. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual.
45Así también está escrito: Fué hecho el primer hombre Adam en ánima viviente; el postrer Adam en espíritu vivificante.
46Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual.
47El primer hombre, es de la tierra, terreno: el segundo hombre que es el Señor, es del cielo.
48Cual el terreno, tales también los terrenos; y cual el celestial, tales también los celestiales.
49Y como trajimos la imagen del terreno, traeremos también la imagen del celestial.
50Esto empero digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios; ni la corrupción hereda la incorrupción.
51He aquí, os digo un misterio: Todos ciertamente no dormiremos, mas todos seremos transformados.
52En un momento, en un abrir de ojo, á la final trompeta; porque será tocada la trompeta, y los muertos serán levantados sin corrupción, y nosotros seremos transformados.
53Porque es menester que esto corruptible sea vestido de incorrupción, y esto mortal sea vestido de inmortalidad.
54Y cuando esto corruptible fuere vestido de incorrupción, y esto mortal fuere vestido de inmortalidad, entonces se efectuará la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte con victoria.
55¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿dónde, oh sepulcro, tu victoria?
56Ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y la potencia del pecado, la ley.
57Mas á Dios gracias, que nos da la victoria por el Señor nuestro Jesucristo.
(1 Co. 15:13‑57)
;
Fil. 3:21• 21El cual transformará el cuerpo de nuestra bajeza, para ser semejante al cuerpo de su gloria, por la operación con la cual puede también sujetar á sí todas las cosas. (Fil. 3:21)
;
1 Ts. 4:14‑18• 14Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con él á los que durmieron en Jesús.
15Por lo cual, os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no seremos delanteros á los que durmieron.
16Porque el mismo Señor con aclamación, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero:
17Luego nosotros, los que vivimos, los que quedamos, juntamente con ellos seremos arrebatados en las nubes á recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
18Por tanto, consolaos los unos á los otros en estas palabras.
(1 Ts. 4:14‑18)
;
2 Ti. 2:18• 18Que se han descaminado de la verdad, diciendo que la resurrección es ya hecha, y trastornan la fe de algunos. (2 Ti. 2:18)
eternal.
Ec. 12:14• 14Porque Dios traerá toda obra á juicio, el cual se hará sobre toda cosa oculta, buena ó mala. (Ec. 12:14)
;
Mt. 25:31‑46• 31Y cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará sobre el trono de su gloria.
32Y serán reunidas delante de él todas las gentes: y los apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.
33Y pondrá las ovejas á su derecha, y los cabritos á la izquierda.
34Entonces el Rey dirá á los que estarán á su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.
35Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fuí huésped, y me recogisteis;
36Desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; estuve en la cárcel, y vinisteis á mí.
37Entonces los justos le responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos? ¿ó sediento, y te dimos de beber?
38¿Y cuándo te vimos huésped, y te recogimos? ¿ó desnudo, y te cubrimos?
39¿O cuándo te vimos enfermo, ó en la cárcel, y vinimos á ti?
40Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis á uno de estos mis hermanos pequeñitos, á mí lo hicisteis.
41Entonces dirá también á los que estarán á la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y para sus ángeles:
42Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber;
43Fuí huésped, y no me recogisteis; desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis.
44Entonces también ellos le responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, ó sediento, ó huésped, ó desnudo, ó enfermo, ó en la cárcel, y no te servimos?
45Entonces les responderá, diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis á uno de estos pequeñitos, ni á mí lo hicisteis.
46E irán éstos al tormento eterno, y los justos á la vida eterna.
(Mt. 25:31‑46)
;
Hch. 17:31• 31Por cuanto ha establecido un día, en el cual ha de juzgar al mundo con justicia, por aquel varón al cual determinó; dando fe á todos con haberle levantado de los muertos. (Hch. 17:31)
;
Hch. 24:25• 25Y disertando él de la justicia, y de la continencia, y del juicio venidero, espantado Félix, respondió: Ahora vete, mas en teniendo oportunidad te llmaré: (Hch. 24:25)
;
Ro. 2:5‑10,16• 5Mas por tu dureza, y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la manifestación del justo juicio de Dios;
6El cual pagará á cada uno conforme á sus obras:
7A los que perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, la vida eterna.
8Mas á los que son contenciosos, y no obedecen á la verdad, antes obedecen á la injusticia, enojo é ira;
9Tribulación y angustia sobre toda persona humana que obra lo malo, el Judío primeramente, y también el Griego.
10Mas gloria y honra y paz á cualquiera que obra el bien, al Judío primeramente, y también al Griego.
16En el día que juzgará el Señor lo encubierto de los hombres, conforme á mi evangelio, por Jesucristo.
(Ro. 2:5‑10,16)
;
2 Co. 5:10• 10Porque es menester que todos nosotros parezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que hubiere hecho por medio del cuerpo, ora sea bueno ó malo. (2 Co. 5:10)
;
2 P. 3:7• 7Mas los cielos que son ahora, y la tierra, son conservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio, y de la perdición de los hombres impíos. (2 P. 3:7)
;
Jud. 14‑15• 14De los cuales también profetizó Enoc, séptimo desde Adam, diciendo: He aquí, el Señor es venido con sus santos millares,
15A hacer juicio contra todos, y á convencer á todos los impíos de entre ellos tocante á todas sus obras de impiedad que han hecho impíamente, y á todas las cosas duras que los pecadores impíos han hablado contra él.
(Jud. 14‑15)
;
Ap. 20:10‑15• 10Y el diablo que los engañaba, fué lanzado en el lago de fuego y azufre, donde está la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche para siempre jamás.
11Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado sobre él, de delante del cual huyó la tierra y el cielo; y no fué hallado el lugar de ellos.
12Y vi los muertos, grandes y pequeños, que estaban delante de Dios; y los libros fueron abiertos: y otro libro fué abierto, el cual es de la vida: y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.
13Y el mar dió los muertos que estaban en él; y la muerte y el infierno dieron los muertos que estaban en ellos; y fué hecho juicio de cada uno según sus obras.
14Y el infierno y la muerte fueron lanzados en el lago de fuego. Esta es la muerte segunda.
15Y el que no fué hallado escrito en el libro de la vida, fué lanzado en el lago de fuego.
(Ap. 20:10‑15)
 It was all well to have laid such a foundation once; it was childish to be ever learning and never coming to the knowledge of the truth. Repentance is indispensable for a sinful man; faith in God must ever be in a saint. But eternal life is now given (Hebrews 6:1-3 by W. Kelly)
 The "washings" may include John's baptism, or that of the disciples, though the word slightly differs in its form; and the laying on of hands was certainly an ancient sign of blessing, which we see practiced in various ways even after the gospel. But those whose hearts dwell in such signs and set not their mind on things above betray the symptoms of their infantile condition. (Hebrews 6:1-3 by W. Kelly)
 "Of resurrection of the dead and of eternal judgment." No Christian denies either for a moment, but acknowledges both truths; yet he looks for his blessing at Christ's coming, as he knows from His own lips that judgment, awaits only those who reject Him. (Hebrews 6:1-3 by W. Kelly)
 The things spoken of in chapter 6:1-2 had their place, because the Messiah was then yet to come: all was in a state of infancy. (Hebrews 6 by J.N. Darby)
 The washings refer to Jewish purifications, not Christian baptism. (The Spiritual Condition of the Hebrew Believers: Hebrews 5:11-6:3 by H. Smith)
 The laying on of hands refers to the way by which the Israelite identified himself as the offerer with the victim he offered. (The Spiritual Condition of the Hebrew Believers: Hebrews 5:11-6:3 by H. Smith)
 Resurrection is of the dead, not “from among the dead,” as in Christianity. Martha, in the Gospel story {John 11}, believed in the resurrection of the dead; she found it difficult to believe in the Christian truth. (The Spiritual Condition of the Hebrew Believers: Hebrews 5:11-6:3 by H. Smith)

J. N. Darby Translation

+
2
of the doctrine of washings, and of imposition of hands, and of resurrection of the dead, and of eternal judgment;

W. Kelly Translation

+
2
of teaching of washingsa, and of imposition of hands, and of resurrection of dead [men], and of judgment everlasting;

WK Translation Notes

+
a
It is correctly "washings," not "baptisms." There is no allusion, so far as I see, to the washings of and laying hands on the victim, but to the ordinances of purification and the imposition of hands in the case of men.