1ª Pedro 1 (Spanish RV 1909) - Bible Truth Library

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1 Peter 1

1 P. 1:22 KJV (With Strong’s)

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22

Seeing ye have purified your souls in obeying the truths through the Spirit unto unfeigned loveu of the brethren, see that ye love one another with a pure heart fervently:

s

Jn. 17:17,19• ¹⁷Santifícalos en tu verdad: tu palabra es verdad.
¹⁹Y por ellos yo me santifico á mí mismo, para que también ellos sean santificados en verdad. (Jn. 17:17,19)

u

1 Jn. 3:14,18• ¹⁴Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte á vida, en que amamos á los hermanos. El que no ama á su hermano, está en muerte.
¹⁸Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de obra y en verdad. (1 Jn. 3:14,18)

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ye have.

Jn. 15:3• ³Ya vosotros sois limpios por la palabra que os he hablado. (Jn. 15:3)

;

Jn. 17:17,19• ¹⁷Santifícalos en tu verdad: tu palabra es verdad.
¹⁹Y por ellos yo me santifico á mí mismo, para que también ellos sean santificados en verdad. (Jn. 17:17,19)

;

Hch. 15:9• ⁹Y ninguna diferencia hizo entre nosotros y ellos, purificando con la fe sus corazones. (Hch. 15:9)

;

Ro. 6:16‑17• ¹⁶¿No sabéis que á quien os prestáis vosotros mismos por siervos para obedecer le, sois siervos de aquel á quien obedecéis, ó del pecado para muerte, ó de la obediencia para justicia?
¹⁷Empero gracias á Dios, que aunque fuistes siervos del pecado, habéis obedecido de corazón á aquella forma de doctrina á la cual sois entregados; (Ro. 6:16‑17)

;

2 Ts. 2:13• ¹³Mas nosotros debemos dar siempre gracias á Dios por vosotros, hermanos amados del Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salud, por la santificación del Espíritu y fe de la verdad: (2 Ts. 2:13)

;

Stg. 4:8• ⁸Allegaos á Dios, y él se allegará á vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros de doblado ánimo, purificad los corazones. (Stg. 4:8)

in.

1 P. 3:1• ¹Asimismo vosotras, mujeres, sed sujetas á vuestros maridos; para que también los que no creen á la palabra, sean ganados sin palabra por la conversación de sus mujeres, (1 P. 3:1)

;

1 P. 4:17• ¹⁷Porque es tiempo de que el juicio comience de la casa de Dios: y si primero comienza por nosotros, ¿qué será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios? (1 P. 4:17)

;

Hch. 6:7• ⁷Y crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba mucho en Jerusalem: también una gran multitud de los sacerdotes obedecía á la fe. (Hch. 6:7)

;

Ro. 1:5• ⁵Por el cual recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia de la fe en todas las naciones en su nombre, (Ro. 1:5)

;

Ro. 2:8• ⁸Mas á los que son contenciosos, y no obedecen á la verdad, antes obedecen á la injusticia, enojo é ira; (Ro. 2:8)

;

Gá. 3:1• ¹¡Oh Gálatas insensatos! ¿quién os fascinó, para no obedecer á la verdad, ante cuyos ojos Jesucristo fué ya descrito como crucificado entre vosotros? (Gá. 3:1)

;

Gá. 5:7• ⁷Vosotros corríais bien: ¿quién os embarazó para no obedecer á la verdad? (Gá. 5:7)

;

He. 5:9• ⁹Y consumado, vino á ser causa de eterna salud á todos los que le obedecen; (He. 5:9)

;

He. 11:8• ⁸Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir por heredad; y salió sin saber dónde iba. (He. 11:8)

through.

Ro. 8:13• ¹³Porque si viviereis conforme á la carne, moriréis; mas si por el espíritu mortificáis las obras de la carne, viviréis. (Ro. 8:13)

;

Gá. 5:5• ⁵Porque nosotros por el Espíritu esperamos la esperanza de la justicia por la fe. (Gá. 5:5)

;

2 Ti. 1:14• ¹⁴Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que habita en nosotros. (2 Ti. 1:14)

;

He. 9:14• ¹⁴¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual por el Espíritu eterno se ofreció á sí mismo sin mancha á Dios, limpiará vuestras conciencias de las obras de muerte para que sirváis al Dios vivo? (He. 9:14)

unto.

1 P. 2:17• ¹⁷Honrad á todos. Amad la fraternidad. Temed á Dios. Honrad al rey. (1 P. 2:17)

;

1 P. 3:8• ⁸Y finalmente, sed todos de un mismo corazón, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; (1 P. 3:8)

;

1 P. 4:8• ⁸Y sobre todo, tened entre vosotros ferviente caridad; porque la caridad cubrirá multitud de pecados. (1 P. 4:8)

;

Jn. 13:34‑35• ³⁴Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos á otros: como os he amado, que también os améis los unos á los otros.
³⁵En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros. (Jn. 13:34‑35)

;

Jn. 15:17• ¹⁷Esto os mando: Que os améis los unos á los otros. (Jn. 15:17)

;

Ro. 12:9‑10• ⁹El amor sea sin fingimiento: aborreciendo lo malo, llegándoos á lo bueno;
¹⁰Amándoos los unos á los otros con caridad fraternal; previniéndoos con honra los unos á los otros; (Ro. 12:9‑10)

;

2 Co. 6:6• ⁶En castidad, en ciencia, en longanimidad, en bondad, en Espíritu Santo, en amor no fingido; (2 Co. 6:6)

;

Ef. 4:3• ³Solícitos á guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz. (Ef. 4:3)

;

1 Ts. 4:8‑9• ⁸Así que, el que menosprecia, no menosprecia á hombre, sino á Dios, el cual también nos dió su Espíritu Santo.
⁹Mas acerca de la caridad fraterna no habéis menester que os escriba: porque vosotros mismos habéis aprendido de Dios que os améis los unos á los otros; (1 Ts. 4:8‑9)

;

1 Ti. 1:5• ⁵Pues el fin del mandamiento es la caridad nacida de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida: (1 Ti. 1:5)

;

He. 6:10• ¹⁰Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado á su nombre, habiendo asistido y asistiendo aún á los santos. (He. 6:10)

;

He. 13:1• ¹Permanezca el amor fraternal. (He. 13:1)

;

Stg. 2:15‑16• ¹⁵Y si el hermano ó la hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día,
¹⁶Y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y hartaos; pero no les diereis las cosas que son necesarias para el cuerpo: ¿qué aprovechará? (Stg. 2:15‑16)

;

2 P. 1:7• ⁷Y en el temor de Dios, amor fraternal, y en el amor fraternal caridad. (2 P. 1:7)

;

1 Jn. 3:11,14‑19,23• ¹¹Porque, este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos á otros.
¹⁴Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte á vida, en que amamos á los hermanos. El que no ama á su hermano, está en muerte.
¹⁵Cualquiera que aborrece á su hermano, es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permaneciente en sí.
¹⁶En esto hemos conocido el amor, porque él puso su vida por nosotros: también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.
¹⁷Mas el que tuviere bienes de este mundo, y viere á su hermano tener necesidad, y le cerrare sus entrañas, ¿cómo está el amor de Dios en él?
¹⁸Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de obra y en verdad.
¹⁹Y en esto conocemos que somos de la verdad, y tenemos nuestros corazones certificados delante de él.
²³Y éste es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos unos á otros como nos lo ha mandado. (1 Jn. 3:11,14‑19,23)

;

1 Jn. 4:7,12,20‑21• ⁷Carísimos, amémonos unos á otros; porque el amor es de Dios. Cualquiera que ama, es nacido de Dios, y conoce á Dios.
¹²Ninguno vió jamás á Dios. Si nos amamos unos á otros, Dios está en nosotros, y su amor es perfecto en nosotros:
²⁰Si alguno dice, Yo amo á Dios, y aborrece á su hermano, es mentiroso. Porque el que no ama á su hermano al cual ha visto, ¿cómo puede amar á Dios á quien no ha visto?
²¹Y nosotros tenemos este mandamiento de él: Que el que ama á Dios, ame también á su hermano. (1 Jn. 4:7,12,20‑21)

;

1 Jn. 5:1‑2• ¹Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios: y cualquiera que ama al que ha engendrado, ama también al que es nacido de él.
²En esto conocemos que amamos á los hijos de Dios, cuando amamos á Dios, y guardamos sus mandamientos. (1 Jn. 5:1‑2)

see.

Fil. 1:9• ⁹Y esto ruego, que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento, (Fil. 1:9)

;

1 Ts. 3:12• ¹²Y á vosotros multiplique el Señor, y haga abundar el amor entre vosotros, y para con todos, como es también de nosotros para con vosotros; (1 Ts. 3:12)

;

2 Ts. 1:3• ³Debemos siempre dar gracias á Dios de vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo, y la caridad de cada uno de todos vosotros abunda entre vosotros; (2 Ts. 1:3)

;

Ap. 2:4• ⁴Pero tengo contra ti que has dejado tu primer amor. (Ap. 2:4)

a pure.

1 Ti. 1:3• ³Como te rogué que te quedases en Efeso, cuando partí para Macedonia, para que requirieses á algunos que no enseñen diversa doctrina, (1 Ti. 1:3)

;

1 Ti. 4:12• ¹²Ninguno tenga en poco tu juventud; pero sé ejemplo de los fieles en palabra, en conversación, en caridad, en espíritu, en fe, en limpieza. (1 Ti. 4:12)

;

1 Ti. 5:2• ²A las ancianas, como á madres; á las jovencitas, como á hermanas, con toda pureza. (1 Ti. 5:2)

• Soul and spirit however are so closely joined, that but one of the two generally is named, as here. Only the one which is named in scripture, though not excluding the other, is always strictly correct and has its proper force. (“1 Peter 1:22” by W. Kelly)

• The call to love one another is manifestly grounded on the assurance that they had purified their souls already; which involves the responsibility of continual consistency with this state of purity, and of self-judgment in case of failure. It is the regular Christian standing, which may be varied in the form of expression; but it meets us substantially in every apostolic Epistle. (“1 Peter 1:22” by W. Kelly)

• "Obedience to the truth" is but another and fuller way of expressing their faith. To have a solid and divine character there must be subjection to the truth. (“1 Peter 1:22” by W. Kelly)

• Pretense to a good that is not genuinely felt is hateful to God, and unworthy of His child. Hence the value of cherishing the sense of His presence to be kept from hypocrisy in this way as in every other. (“1 Peter 1:22” by W. Kelly)

• Let us love then the objects of the same divine love, who rest on the same sin-cleansing sacrifice. (“1 Peter 1:22” by W. Kelly)

• It is not that purification precedes the new birth as matter of fact; for to be born anew is the first vital dealing of grace with the soul, but purification attests it. (“1 Peter 1:23” by W. Kelly)

• This places us in the most intimate of relationships with the rest of the redeemed: objects of the same love, washed by the same precious blood, redeemed by the same Lamb, they become—to those whose hearts are purified by the reception of the truth through the Spirit—the objects of a tender brotherly love, a love unfeigned. (“1 Peter 1” by J.N. Darby)

J. N. Darby Translation

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22

Having purified your souls by obedience to the truth to unfeigned brotherly love, love one another out of a pure heart fervently;

W. Kelly Translation

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22

purified your souls as ye have in your obedience to the trutha unto brotherly affection unfeigned, love one another out of a pureb heart fervently,

WK Translation Notes

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a

The most ancient and best MSS. do not read "through the Spirit"; the Latins strangely giving "of love," instead of "the truth" which is certainly right.

b

A few MSS. omit "pure" on feeble basis.